Hoy empiezan las celebraciones por la boda de Alberto de Móncaco y, la nadadora sudafricana, Charlene Wittstock. La mayor incógnita y emoción que me reportan este tipo de bodas son el vestido de novia. Se supone que tiene que ser un vestido clasico y elegante, porque también se asiste a su conversión a princesa, pero sin olvidar que es una persona normal y actual.
Este año tuvimos la suerte de observar otra de estas conversiones, en la boda real inglesa entre Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton, donde vimos a una esplendorosa Kate con un maravilloso vestido diseñado por Sarah Burton para Alexander McQueen. Y, elegantemente escoltada, por su hermanísima Pippa Middleton que también fue de Alexander McQueen.
Dejando atrás otras historias, hoy nos concentramos en la boda real monegasca que va a traer mucha cola.
El estilo de la novia no era muy acertado cuando todavia no conocia al principe. Pero, después de conocerlo, se dió cuenta de la importancia mundial que habría sobre su persona y se decidió a renovarse.
Y que mejor que contar con la infalible ayuda de un gran diseñador como Giorgio Armani y su equipo para llegar a ser comparada con la gran Grace Kelly. Deleitemonos con algunos de los mejores looks de Charlene, antes de la boda.
Tal ha sido su amistad que él ha sido el elegido para diseñar su vestido de novia. Por lo tanto, sabemos sin verlo que el vestido será perfecto. Aún así, lo explicaremos en Moda Fatal, como también la divertida boda de Kate Moss y Jamie Hince. Tengo las bodas que me las quitan de las manos!! :)
Un beso!
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